Parece que todo vuelve a su cauce. Parece que las cosas tienden a ser como solían. Como les corresponde. Como mejor están. Equilibradas.
Ahora que las ideas se le han ido acumulando en el interior de la mente durante meses, como si de pequeñas bolitas peludas dentro de una caja se tratara, ahora que éstas juegan alborotadas porque ya no tienen espacio en su cabeza, empiezan a desfilar ante sus ojos historias y argumentos.
Siempre estuvieron ahí, pero durante un tiempo dejo de verlas con mirada narrativa. Quizás fuera por pragmatismo. Muy probablemente por pereza. Pero él está infectado. Hace mucho tiempo que le picó el gusanillo de narrar, de contar las cosas tal y como las ve y, aunque se tome descansos, siempre vuelve.
Ya se fue en una ocasión y volvió en otra. No le cabe duda de que volverá a marcharse, pues en esto no puede evitar sentirse como un mar atraído y repelido por una Luna juguetona y caprichosa. Pero ahora ya no piensa tanto en el futuro y prefiere centrarse más en lo que está ocurriendo que en lo que sucederá. Quizás sea porque lo que está aconteciendo ahora mismo pasa a ser pretérito tan pronto como se lee. Probablemente no quiera que sus pensamientos distraídos, sus ideas peregrinas y sus ocurrencias de bombero queden extraviadas en los surcos de su memoria.
Desconozco la razón y tampoco me interesa. Sólo sé que quiere volver a narrar.
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3 comentarios:
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Pues si eso es lo que quieres:adelante. y cuando te canses, haz un descanso(a veces son catarsis disfrazadas)para después volver. Cíclico como todo en la vida. Sueño vigilia; día noche; alegría llanto; tormenta calma... Lo importante es volver y tú lo haces como la tierra que se deja en barbecho, con el fin de que recupere sus mejores propiedades y dé mejores cosechas: Has mejorado. Me gustas más. No cambies y gracias
Gracias a todos los dioses y musas que han oído mis ruegos.
Besos
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